El Adviento es una de las épocas más significativas en el calendario litúrgico de la Iglesia Católica. Marca el inicio del año litúrgico y nos prepara espiritualmente para la celebración del nacimiento de Cristo en la Navidad. Aquí te presentamos once aspectos esenciales sobre esta temporada:
1. Significado de la palabra “Adviento”
El término Adviento proviene del latín adventus, que significa “venida” o “llegada”. Se refiere a la espera y preparación para la venida de Cristo, tanto en su nacimiento como en su regreso glorioso al final de los tiempos.
2. Duración del Adviento
El Adviento abarca las cuatro semanas anteriores a la Navidad. Comienza el domingo más cercano al 30 de noviembre (festividad de San Andrés) y concluye el 24 de diciembre, en la víspera de la Navidad.
3. Dos dimensiones del Adviento
El Adviento tiene una doble finalidad:
• Recordar el misterio de la Encarnación (la primera venida de Cristo en Belén).
• Preparar nuestros corazones para la segunda venida de Cristo en gloria al final de los tiempos.
4. El color litúrgico
El color predominante del Adviento es el morado, que simboliza la penitencia y la preparación. Sin embargo, el tercer domingo de Adviento, conocido como Gaudete (alegría), se utiliza el color rosa como signo de gozo y esperanza.
5. La corona de Adviento
Es una tradición muy extendida que consiste en un círculo de ramas verdes con cuatro velas: tres moradas y una rosa. Cada domingo se enciende una vela, representando la progresiva cercanía de Cristo, la Luz del mundo.
6. El sentido de la espera activa
El Adviento no es solo una espera pasiva; es un tiempo para renovar nuestra fe, practicar la oración, la caridad y la conversión, para recibir al Señor con un corazón limpio y dispuesto.
7. La importancia de la Virgen María
Durante el Adviento, la figura de la Virgen María ocupa un lugar especial. Ella es el modelo de espera, fe y entrega. Celebramos especialmente su Inmaculada Concepción (8 de diciembre) y su papel como madre del Salvador.
8. Lecturas de las Escrituras
Las lecturas de la liturgia del Adviento destacan las profecías del Antiguo Testamento sobre la venida del Mesías y las exhortaciones de Juan el Bautista a preparar el camino del Señor.
9. El sentido penitencial
Aunque no es tan marcado como en la Cuaresma, el Adviento invita a la reflexión y la conversión. Es un tiempo para reconciliarnos con Dios, especialmente a través del sacramento de la confesión.
10. Tradiciones populares
En muchos lugares, el Adviento se celebra con prácticas populares como las posadas, los villancicos y los belenes. Estas tradiciones enriquecen la vivencia de la espera del Niño Dios.
11. El Adviento y la esperanza cristiana
Por encima de todo, el Adviento es un tiempo de esperanza. Nos recuerda que Dios cumple sus promesas y que, así como Cristo vino al mundo, volverá al final de los tiempos para instaurar su Reino eterno.
El Adviento nos invita a detenernos en medio del ajetreo cotidiano y abrir nuestro corazón a la venida del Salvador. Vivamos este tiempo con fe, alegría y preparación interior.






