Benedicto XVI animó hoy a los cristianos a impulsar la difusión de la Biblia, pero advirtió contra las interpretaciones de cada uno sobre la misma, afirmando que ''ninguna Escritura profética puede interpretarse por cuenta propia''.
El Papa así lo manifestó en la audiencia que concedió en la residencia de Castel Gandolfo a los participantes en el Congreso Internacional ''La Sagrada Escritura en la vida de la Iglesia'', organizado por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y la Federación Bíblica Católica (FBC).
El congreso se celebra para conmemorar el 40 aniversario de la promulgación de la Constitución dogmática sobre la Revelación Divina ''Dei Verbum'' del Concilio Vaticano II.
Joseph Ratzinger recordó que él participó personalmente en la elaboración de la ''Dei Verbum'' cuando era un joven teólogo y agradeció a los presentes el servicio que prestan en aras de la difusión de la Biblia.
''La Iglesia no vive de sí misma, sino del Evangelio y del Evangelio saca constantemente orientaciones para realizar su camino'', dijo el Obispo de Roma, que precisó que es algo que cada cristiano debe tener en cuenta y aplicarlo a sí mismo, ''ya que solo quien escucha la Palabra puede llegar a ser anunciador''.
Benedicto XVI agregó que Iglesia y Palabra de Dios están unidas inseparablemente, ya que la Iglesia vive de la Palabra de Dios y la Palabra de Dios resuena en la Iglesia, en su enseñanza y en toda su vida.
''Por ello, como nos recuerda el Apóstol Pedro, ninguna Profecía de la Escritura puede interpretarse por cuenta propia, ya que nunca profecía alguna ha venido por voluntad humana, sino que los hombres movidos por el Espíritu Santo han hablado de parte de Dios'', precisó el Papa.
Terra Actualidad – EFE







