Hoy es 23 de octubre de 2005. Mientras escribimos esta carta, celebramos el Día Mundial de las Misiones. Es decir, celebramos que Cristo mismo mandó a sus discípulos a anunciar el Evangelio; por eso nos sentimos obligadas a compartir la experiencia que hemos tenido en Cabo Verde, África.

Tarrafal, Isla de San Nicolau, Cabo Verde (África)

Muchos de ustedes imaginarán que Cabo Verde es verde, pero lastimosamente es seco. Aquí la lluvia es muy escasa, llueve una vez o dos veces por año, por eso las personas no pueden trabajar en la agricultura porque no hay agua suficiente; los mismos animales viven por milagro.
Pero Cabo Verde es verde en el sentido vocacional. La Iglesia en Cabo Verde se caracteriza porque la mayor parte de la población es joven.
Es impresionante ver tantas jóvenes y niños que están sedientos de Dios y de conocer Su Palabra. Aquí hay muchas vocaciones, sólo que falta promoción, animación y acompañamiento para que muchos jóvenes de Cabo Verde den un paso significativo en el seguimiento de Cristo.
Algunas veces llegamos a tener 40 o 50 niños que están sedientos de la Palabra de Dios, porque cuando comenzamos no saben nada, pero a los dos días o tres, ya son expertos en el manejo de la Biblia. Todos quieren leer al mismo tiempo, pero aquí ponemos orden: un versículo cada uno. Los juegos bíblicos les encantan.
Una de las señoras que participó en un curso bíblico compartía su experiencia ; ella trabaja con los niños. Ahora ella imparte el «Curso Bíblico para Niños» y el curso de Apologética “Soy Católico. Pertenezco a la Iglesia de Cristo”, que han sido traducido al portugués. Ella sale también de casa en casa para rezar el rosario, utilizando cantos con mensaje. Dice que cierta vez cinco niños iban caminando con la Biblia en las manos y en el camino encontraron a los mormones y les preguntaron: “Niños, ¿ustedes son testigos de Jehová?”. Ellos respondieron: “No, nosotros somos católicos. Cristo fundó una sola Iglesia, como puede verse en Mt 16,18, y la fundó hace dos mil años. Así que ustedes no vienen desde Cristo”. Los mormones se sorprendieron. Al parecer no les gustó y se fueron. Aquí vemos como los niños se convierten en verdaderos evangelizadores si reciben una buena formación, que conjugue la Sagrada Escritura y una sana Apologética.
También hemos trabajado con los jóvenes. Con ellos hemos dado los cursos bíblicos, juegos, dinámicas, obras de teatro, convivencias católicas, etc. Para ellos participar en nuestros cursos es una verdadera alegría, porque es muy divertido, sencillo y sumamente edificante. A la mayoría les gusta nuestro método y algunos de ellos ya están dando el curso bíblico en sus comunidades. Les gustan mucho nuestros cantos y los cantan constantemente, pues tienen mensaje y citas bíblicas. Eso les ayuda a profundizar cada vez más la Palabra de Dios. Algunos de ellos quieren hacer la experiencia misionera con nosotras, incluso ya tenemos dos apóstoles de la Palabra de Cabo Verde, que están dispuestos a evangelizar en cualquier lugar.
Los sacerdotes y las religiosas se quedan sorprendidos porque en nuestros cursos, la gente, en vez de disminuir, aumenta. Claro, el secreto es que evangelizamos con el método que nos ha enseñado el P. Amatulli, sumamente sencillo, popular y catequético y porque damos las respuestas con citas bíblicas frente a los ataques de los grupos proselitistas, pues ellos aprovechan la pobreza de la gente, la ignorancia religiosa y el abandono pastoral.
Como ven, aún falta mucho por hacer en el campo de la evangelización. Pidamos al Señor para que envíe más trabajadores para continuar adelante la misión encomendada a nuestra madre la Iglesia.
Con mucho gusto nos despedimos, pidiéndoles su oración por nuestra misión en África.
Unidos en la oración y la misión, llevando en nuestro corazón los dos grades amores: Cristo y la Iglesia.
Atentamente,
Sara Henríquez y Cristina Sisimit,
Misioneras Apóstoles de la Palabra.