Una iniciativa que facilita el acceso de la Biblia a todos los católicos, puesto que la mayoría hace la Primera Comunión.
Introducción
Sacerdote:
Hermanas y hermanos: Estamos aquí reunidos para entregar el libro de la Biblia a estos pequeños, que empezarán a prepararse para recibir la Primera Comunión. En un clima de oración, demos inicio a este encuentro con la Palabra de Dios.
Entonemos el siguiente canto:
Canto: Juntos cantando la alegría
(Cantoral del Pueblo de Dios, p. 28, canto 26).
Se puede sustituir por otro que se considere apropiado.
Juntos cantando la alegría
Juntos cantando la alegría
de vernos unidos en la fe y el amor,
juntos sintiendo en nuestras vidas
la alegre presencia del Señor.
Somos la Iglesia peregrina que Él fundó,
somos un pueblo que camina sin cesar.
Entre cansancios y esperanzas hacia Dios,
nuestro amigo Jesús nos llevará.
Hay una fe que nos alumbra con su luz,
una esperanza que empapó nuestro esperar.
Aunque la noche nos envuelva en su inquietud,
nuestro amigo Jesús nos guiará.
Es el Señor, nos acompaña al caminar,
con su ternura a nuestro lado siempre va.
Si los peligros nos acechan por doquier,
nuestro amigo Jesús nos salvará.
Sacerdote:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Pueblo:
Amén.
Sacerdote:
Niños y niñas que empiezan su preparación para la Primera Comunión, para ustedes este es un momento muy importante en sus vidas, pues a partir de hoy tendrán su propia Biblia. En ella conocerán la Palabra de Dios, guiados por un servidor y los catequistas, que les ayudaremos a leerla, meditarla y entenderla como lo enseña la Iglesia católica.
Bendición
Empezaremos bendiciendo el libro de la Biblia que, ustedes, padrinos, van a regalar a estos hermanos nuestros. Por favor, levanten un poco la Biblia, pidiendo al Señor que la bendiga.
(El Sacerdote bendice las Biblias; si se cree conveniente, se puede hacer la aspersión con agua bendita. Si se hace así, mientras el sacerdote recorre el templo para hacer la aspersión, se entonan algunos cantos adecuados).
Entrega de la Biblia
Sacerdote:
Ahora los padrinos entregarán el libro de la Biblia a estos pequeñines. Niños, cuando escuchen su nombre, pasen al frente. Padrinos, cuando pase su ahijado, acérquense a él para entregarle la Biblia.
Los niños se colocan en las bancas que están al lado derecho del templo y los padrinos al lado izquierdo. Van pasando ordenadamente. Algún catequista lee el nombre de cada niño. Pasa el niño frente al altar y su padrino se dirige hacia él para entregarle la Biblia.
Se puede entregar con tiempo una tarjeta a cada padrino, que lleve escrita las siguientes palabras:
Padrino:
___________ [Dice primero el nombre del (a) niño(a)], recibe la Biblia, que yo te entrego en nombre de la Iglesia. Ámala, estúdiala y sigue sus orientaciones. Recuerda siempre que será Dios, que te va a hablar mediante este libro sagrado.
Ahijado:
Gracias, padrino, por este bello regalo.
El niño la recibe. Después, cada uno pasa a su lugar. La catequista dice el nombre del siguiente niño y así hasta que pasen todos. A continuación se hace una procesión con la Biblia desde la cual se proclamarán algunas lecturas. Se recomienda que sea la versión más común entre los asistentes, por ejemplo la Biblia Latinoamericana).
Procesión
Sacerdote:
Ahora algunos de ustedes van a llevar la Biblia en procesión. Recibámosla con un fuerte aplauso.
Un catequista lleva la Biblia en las manos y dos lo acompañan con cirios. Caminan por el centro del templo y se dirigen al presbiterio. El sacerdote recibe la Biblia, la besa y la coloca en el ambón. Mientras se lleva la Biblia al Presbiterio, la gente le aplaude efusivamente. Después de colocarla en el ambón, el sacerdote invita a la asamblea a sentarse para escuchar la Palabra de Dios.
Liturgia de la Palabra
Lector 1:
Primera lectura
De la carta a los Hebreos, capítulo 4, versículos 12 y 13.
Lee el texto correspondiente. Al final dice:
Palabra de Dios.
Pueblo:
Te alabamos, Señor.
Lector 2:
Salmo responsorial
Salmo 119 (118), del versículo 97 al 112.
Antífona:
Se toma del versículo 105 de la Biblia Latinoamericana:
Para mis pasos tu Palabra es una lámpara,
Una luz en mi sendero.
Proclamación antes del Evangelio.
Sal 119 (118), 130.
Aleluya. Aleluya. Señor, exponer tus palabras es dar luz y abrir la inteligencia de los sencillos. Aleluya. Aleluya.
Sacerdote:
Evangelio
Proclamación del Santo Evangelio según San Lucas, capítulo 4, del versículo 14 al 22.
Proclama el texto correspondiente. Al final dice:
Palabra del Señor.
Pueblo:
Gloria a ti, Señor Jesús.
Sacerdote:
Breve homilía, explicando estas lecturas con la Biblia en la mano, señalando oportunamente el versículo que está comentando. De ser posible, se invita con tiempo a los asistentes a llevar su ejemplar de la Biblia.
Preces
Sacerdote:
Niños y niñas, ahora vamos a presentar a Dios nuestras necesidades para que él nos ayude. Pidamos al Señor de una manera especial para que de hoy en adelante la Palabra de Dios sea para cada uno de ustedes “antorcha” que ilumine nuestro camino
A cada petición contestamos todos: Te rogamos, Señor.
• Por el Papa, los Obispos y los sacerdotes, para que anuncien valientemente la Palabra de Dios. Oremos.
• Por nosotros, que acabamos de recibir la Biblia, para que encontremos en la Biblia la luz que ilumine nuestro camino. Oremos
• Por todos los catequistas, para que no se cansen de enseñar siempre y en todo lugar la Palabra de Dios. Oremos.
• Para que todos tengan la oportunidad de conocer la Palabra de Dios y vivirla con fe y amor. Oremos.
(Pueden añadirse algunas peticiones espontáneas).
Sacerdote:
Señor, refugio y fortaleza nuestra, recibe benignamente las peticiones que acabamos de presentarte y haz de nosotros verdaderos hijos tuyos y discípulos de Cristo. Por Cristo nuestro Señor.
Pueblo:
Amén.
Padre nuestro
Sacerdote:
Y ahora, fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir
Padre nuestro…
Y ahora vamos a saludar a la Virgen María con esa bella oración que a ella tanto le gusta. Recemos el Ave María.
Dios te salve, María…
Oración conclusiva
Sacerdote:
OREMOS. Señor Jesús, ayúdanos a mantenernos siempre firmes en la integridad de la fe, la santidad de vida y el amor fraternal, alimentándonos cada día con tu Palabra, tu Cuerpo y tu Sangre.
Te lo pedimos a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Pueblo:
Amén
Bendición solemne
Sacerdote:
Que el Señor los bendiga y los guarde.
Pueblo:
Amén.
Sacerdote:
Que haga resplandecer su rostro sobre ustedes.
Pueblo:
Amén.
Sacerdote:
Que vuelva la mirada hacia ustedes y les conceda su paz.
Pueblo:
Amén.
Sacerdote:
Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes.
Pueblo:
Amén.
Canto final: Estamos de fiesta con Jesús.
Estamos de Fiesta
Estamos de fiesta con Jesús,
al cielo queremos ir.
Estamos reunidos en la mesa
y es Cristo quien va a servir.
Poderoso es nuestro Dios. (4)
Él sana, él salva: ¡Poderoso es nuestro Dios!
Bautiza, él viene: ¡poderoso es nuestro Dios!
El Padre, el Hijo: ¡Poderoso es nuestro Dios!
El Espíritu Santo: ¡Poderoso es nuestro Dios!
(Cantoral del Pueblo de Dios, p. 300, canto 782).
Se puede sustituir por otro que se considere apropiado.