Se trata de una Fiesta en la que se exalta y se facilita el conocimiento de la Biblia. No se trata de algo reservado para gente muy metida en la Iglesia, sino algo popular, para el pueblo en general, al estilo de las fiestas patronales, tratando de involucrar a todo el pueblo. Una oportunidad única para crear una nueva conciencia en todo el pueblo católico.


Se trata de una Fiesta en la que se exalta y se facilita el conocimiento de la Biblia. No se trata de algo reservado para gente muy metida en la Iglesia, sino algo popular, para el pueblo en general, al estilo de las fiestas patronales, tratando de involucrar a todo el pueblo. Una oportunidad única para crear una nueva conciencia en todo el pueblo católico.

Los Apóstoles de la Palabra hemos hecho ya algunas experiencias al respecto. Así que queremos pasarles “al costo” algunas ideas prácticas para que puedan realizar la Fiesta de la Biblia a nivel parroquial, de decanato o diocesano.

Preparación

La Fiesta de la Biblia se puede hacer después de una semana bíblica o de celebrar el mes de la Biblia (septiembre), en la que se promuevan dos cosas:

1) Cursos bíblicos para todos: niños, adolescentes, jóvenes y adultos; hombres y mujeres; amas de casa, obreros, campesinos, estudiantes, comerciantes, etc. Y todo esto a nivel parroquial, en el templo, de casa en casa, a través de la radio o la televisión. Se pueden impartir de forma intensiva, aprovechando los fines de semana o todos los días, por las tardes o a la hora más conveniente. Todo un esfuerzo a nivel diocesano, de decanato y parroquial para que la Biblia esté al alcance de todos.

2) Biblias para todos. Que todos tengan la oportunidad de adquirir su propia Biblia. Tiene que quedar atrás la época en que había un ejemplar de la Biblia para toda la familia. Evidentemente hay que ofrecerla a bajo precio o con facilidades para pagarla. Se puede realizar alguna campaña para buscar padrinos que regalen una Biblia a las personas de escasos recursos económicos. En conclusión, se tiene que ofrecer a todos la oportunidad de conocer y tener su propia Biblia.

Lo importante es que haya una etapa previa en la que todos tengan la oportunidad de conocer la Biblia y de tener su propia Biblia. Los Apóstoles de la Palabra hemos celebrado la Fiesta de la Biblia después de unos quince días de misión, en que se realizan visitas domiciliarias y se imparten temas en los templos.

Sin embargo, conviene aclarar que no se debe complicar el asunto, metiendo en esta primera etapa aspectos más especializados acerca de la Biblia (inerrancia, canonicidad, inspiración, etc.). Esta primera etapa tiene que ser más vivencial y menos académica, más festiva y menos formal, con juegos, cantos y dinámicas que faciliten el conocimiento de la Biblia y el acercamiento personal del creyente al texto sagrado.

Para los que quieran profundizar estos aspectos, existen ya (o pueden iniciarse a raíz de este evento) los institutos de teología para laicos, en los que se estudia la materia de Sagradas Escrituras. También hay bibliografía abundante en cualquier librería católica.

Aquí se debe ayudar al católico a sumergirse en el texto sagrado, saboreándolo, descubriéndolo con guías adecuadas y sencillas. En este aspecto, se puede utilizar nuestros folletos “Curso Bíblico para Niños” y “Curso Bíblico para Jóvenes”. Si deciden adoptarlos a nivel diocesano como textos oficiales para la semana bíblica y/o el mes de la Biblia, podemos ofrecerles atractivos descuentos en sus compras al mayoreo.

Los Apóstoles de la Palabra también nos ponemos a su disposición para capacitar a los agentes de pastoral (catequistas, integrantes de movimientos y asociaciones, seminaristas, religiosas, etc.) para que realicen las visitas domiciliarias e impartan los cursos y las charlas.

Carros alegóricos

Un elemento importante de esta fiesta es el de presentar los momentos más relevantes de la Historia de nuestra Salvación en carros alegóricos. Se le puede asignar oportunamente a cada Movimiento o Congregación religiosa un carro alegórico que coincida con su espiritualidad y carisma. Por ejemplo, a la Renovación Carismática se le puede encargar que prepare el carro alegórico alusivo al Día de Pentecostés; a la Adoración Nocturna, se le asigna la Institución de la Eucaristía; los Apóstoles de la Palabra pueden encargarse de representar el momento en que Jesús habla de la fundación de la Iglesia a San Pedro y a los Once (Mt 16,13ss), etc.

A los que trabajan en la curia o a alguna asociación que se vea conveniente, se le puede asignar un carro alegórico en el que se represente a la Iglesia católica en su organización fundamental. En este carro alegórico puede ir el Señor Obispo, revestido, acompañado de sacerdotes (también revestidos), religiosas y laicos. Los laicos pueden ir vestidos de acuerdo a su profesión o actividad laboral: médicos, obreros, campesinos, amas de casa, maestros, deportistas, etc.

El Señor Obispo puede ir en un lugar más visible, bendiciendo a la multitud, sonriendo, saludando… En algún lugar relevante de este carro alegórico, se coloca una fotografía del Santo Padre, visible desde cierta distancia.

Los carros alegóricos ofrecen muchísimas posibilidades: se pueden realizar con pinturas y esculturas de buen tamaño, para que puedan ser vistas fácilmente.
O, si se prefiere, pueden ser carros alegóricos vivientes, con personajes vivos, que actúen o representen la escena bíblica asignada. Algunas escenas se prestan mucho para que se representen con actores: la entrega de las llaves de Jesús a San Pedro, la Anunciación del Ángel a María, etc.

Gremios e instituciones

Además de solicitar la participación de movimientos laicales y congregaciones religiosas, se puede invitar a participar en la preparación de carros alegóricos a los distintos gremios o instituciones: de comerciantes, locatarios de los mercados, taxistas, o colegios, hospitales, etc.

Puede representar una idea magnífica para la evangelización de los ambientes, puesto que se puede organizar para ellos algunos cursos bíblicos, teniendo en cuenta su tiempo disponible. De esta manera estarán en posibilidad de preparar mejor su carro alegórico y entrar en el maravilloso mundo de la Biblia.

Comité organizador

Es oportuno que exista un comité que organice y supervise toda esta actividad. Parte de su papel será visitar a los distintos movimientos, asociaciones y gremios para asesorarlos en el montaje del carro alegórico, examinar si han entendido bien la idea de plasmar en el carro alegórico la escena asignada y resolver algunas situaciones imprevistas, conseguir los permisos necesarios de las autoridades gubernamentales, etc.

También debe diseñar el recorrido, señalando la velocidad más adecuada, que llevará el vehículo en que se monte el carro alegórico y asignando el orden en que irá cada uno.

Desfile

Con estos carros alegóricos se organiza un desfile por algunas calles principales de la ciudad o el pueblito donde se realizará el evento. A lo largo del recorrido la gente verá pasar los carros alegóricos. Todos llegarán al lugar donde se celebrará la Santa Misa.

Se puede colocar en cada carro alegórico algunas bocinas para dar mensajes espontáneos o previamente grabados con duración de un minuto, explicando la escena que representa el carro bíblico. Acompañando a cada carro, puede ir un grupo de personas con carteles y pancartas, que cada cierto tiempo lancen vivas y porras a la Biblia o canten algo apropiado al episodio que se está recordando.

Concurso

Si se cree oportuno, se establece un jurado calificador, integrado por sacerdotes, religiosas y laicos comprometidos (maestros, artistas, etc.).
Para darle mayor importancia y favorecer la creatividad, conviene hacer un concurso para premiar al carro alegórico que mejor haya representado la escena encomendada. Se puede seleccionar algunos criterios que se tomarán en cuenta: escenografía, vestuario, fidelidad al evento representado, creatividad, etc.

Esto puede posibilitar que se hagan concursos de:

a) Los mejores cantos bíblicos.
b) El mejor carro alegórico viviente o con esculturas y pinturas.
c) Las mejores porras a la Biblia.

Medios de Comunicación

Para los que no puedan asistir, es conveniente que participen los medios de comunicación locales: televisión, radio y prensa escrita. Ellos llevarán el evento a los alejados. Sería una magnífica oportunidad para algunos programas en vivo desde el lugar del evento, con entrevistas a los asistentes, participantes y organizadores.

Evidentemente, debe hacerse abundante uso previo de los medios de comunicación para publicitar el evento y tener la mayor asistencia posible.

Santa Misa

El desfile concluye en el lugar donde se celebrará la Santa Misa. De preferencia en un lugar grande, para que pueda entrar toda la gente que desee participar.

Un aspecto fundamental en esta Fiesta de la Biblia es lograr que la gente asista a la Misa con la Biblia en las manos. Así que debe haber la posibilidad de adquirir Biblias en lugares estratégicos, antes, durante y después del evento. Durante el evento, se pueden colocar puestos en lugares convenientes, o que haya algunas personas promoviéndolas entre las personas que asistan.

En una manta o lona gigante, se colocan las citas bíblicas de las lecturas (Primera Lectura, Salmo Responsorial, Segunda Lectura y Evangelio), para que todos puedan buscarlas oportunamente en su ejemplar de la Biblia. Se puede incluir ahí mismo la antífona del Salmo Responsorial, para que todos lo tengan a la vista y participen más activamente en la celebración eucarística.

Procesión con la Biblia

Al finalizar el Acto Penitencial y dar inicio a la Liturgia de la Palabra, se hace una procesión solemne con la Biblia en alto. De preferencia se debe utilizar un ejemplar de letra grande de la versión más común entre los asistentes (por ejemplo, la Biblia Latinoamericana).

Convivencia católica

Después del desfile y de la Santa Misa, se puede hacer una convivencia católica, en la que se pueda presentar a todos los asistentes los cantos y las porras que cada Movimiento preparó. Será una oportunidad magnífica para que el jurado calificador escuche, evalúe y seleccione los cantos y las porras ganadoras. Las estudiantinas y los coros parroquiales pueden entonar algunos cantos, de preferencia alusivos a la Biblia.

Estamos convencidos de que esta iniciativa puede despertar la creatividad de los sacerdotes y laicos en orden a componer cantos, porras y juegos, que luego se pueden emplear en la catequesis y en las reuniones, nutriendo así la religiosidad popular.

También sería conveniente preparar obras de teatro, escenas bíblicas y todo aquello que pueda facilitar, a nivel popular, la comprensión del texto sagrado.

Juegos bíblicos

Puesto que ya se habrán impartido, por aquí y por allá, múltiples cursos bíblicos, sería conveniente incluir en la Fiesta de la Biblia un concurso con juegos bíblicos (Cf. “Aprender la Biblia Jugando” de nuestras ediciones), en el que participen (por categorías) niños, adolescentes, jóvenes y adultos.

Para participar, hay que inscribirse oportunamente. Las bases del concurso deben redactarse en forma clara y precisa, de tal manera que todos las conozcan. Se recomienda colocarlas oportunamente en cada templo parroquial y otros lugares específicos.

Premios

A los ganadores de las distintas categorías, se les puede dar un premio especial y diplomas para todos los participantes.

Los premios pueden ser: una comida o cena con el Señor Obispo y los encargados de la Pastoral Bíblica, una visita con gastos pagados a la Basílica de Guadalupe, visitando al Nuncio Apostólico en la Nunciatura Apostólica, visita a algún santuario (San Juan de los Lagos, el Cerro del Cubilete, etc.), dinero en efectivo, etc.

No faltarán personas o empresas que ayuden para solventar estos gastos.

Venta de playeras, gorras y afiches

Otra posibilidad para tener lo necesario para pagar la publicidad y los gastos que genere la realización del evento, será la venta de playeras, gorras y otros objetos. En estos recuerdos se imprimirá el logo de la Fiesta de la Biblia y el lema del evento.

Pueden empezar a venderse con anticipación y durante la realización del evento.

Conclusión

Como puede verse, es una iniciativa que hará que la religiosidad popular sea algo vivo y con contenidos bíblicos abundantes. De esta manera estaremos sembrando nuevas formas de vivir y celebrar la fe en el pueblo católico.

P.S.
Algo parecido se puede hacer para realizar la Fiesta del Santo Rosario, la Fiesta de la Eucaristía o del Santo Patrono.