En Redemptoris Mater (1987), san Juan Pablo II ofrece una exposición teológica y espiritual de la cooperación única, subordinada y maternal de María en la obra redentora de Cristo, expresada con un lenguaje maduro, plenamente eclesial y profundamente bíblico.
1. Una cooperación única y singular en la historia de la salvación
RM 38:
“María está unida a su Hijo en la obra de la salvación de modo único e irrepetible. Esta unión se manifiesta desde el momento de la concepción virginal de Cristo, hasta su muerte en la cruz y su glorificación.”
Comentario:
El Papa presenta la cooperación de María no como un acto aislado, sino como una misión que recorre toda su vida, desde la Encarnación hasta la Cruz.
Su unión con Cristo es personal y participada, no constitutiva ni igualitaria: María colabora en dependencia total del Redentor (cf. Lumen Gentium, 56).
Clave teológica:
La singularidad de María proviene de su ser Madre del Verbo encarnado y primera creyente. Su cooperación nace de la fe: es la “plenamente asociada” (no igualada) al Hijo en su obra redentora.
2. Una cooperación subordinada y obediente en el sacrificio de Cristo
RM 39:
“La fe de María en el momento de la Anunciación y en la Cruz es la misma. En la hora de la Cruz, la promesa de que ‘reinará sin fin’ parece desmentida, pero María, la que ha creído, permanece fielmente unida a su Hijo hasta el final. En esa unión maternal participa en la oblación del Hijo al Padre.”
Comentario:
Aquí san Juan Pablo II interpreta teológicamente el Stabat Mater: María “permanece junto a la Cruz” (Jn 19,25), no como espectadora pasiva, sino en comunión interior y activa con el sacrificio de su Hijo.
Su participación es de fe, dolor y amor, no de causalidad objetiva. Cristo es el único Redentor; María participa “por la obediencia de la fe” (Rm 1,5).
Clave teológica:
La cooperación de María es subordinada: depende enteramente del acto redentor de Cristo. No añade una nueva mediación, sino que refleja en modo maternal la obediencia redentora del Hijo (cf. Fil 2,8).
3. Una cooperación maternal y espiritual que se prolonga en la Iglesia
RM 40:
“Esta maternidad de María en la economía de la gracia perdura sin interrupción, desde el consentimiento que dio fielmente en la Anunciación hasta la consumación eterna de todos los elegidos.
Asunta al cielo, no ha dejado de cumplir su función salvadora, sino que continúa alcanzándonos con su múltiple intercesión los dones de la salvación eterna.”
Comentario:
María, al aceptar la maternidad espiritual al pie de la Cruz (“Mujer, he ahí a tu hijo”: Jn 19,26), entra en una nueva dimensión de su misión.
Su cooperación en la Redención se transforma en mediación maternal, en la que sigue obrando “con Cristo” (no como Cristo), en el orden de la gracia.
Clave teológica:
La misión maternal de María no sustituye la mediación de Cristo, sino que la transparenta y la hace cercana. Su acción es “participada”, “secundaria” y “derivada”, pero real y continua.
Síntesis doctrinal
Aspecto, fundamentación en Redemptoris Mater y contenido teológico
Única RM 38
María está unida de modo irrepetible a Cristo desde la Encarnación hasta la Cruz.
Subordinada RM 39
Su cooperación depende totalmente de la voluntad redentora de Cristo; participa por la fe y el amor.
Maternal RM 40
Su misión redentora se prolonga como maternidad espiritual sobre la Iglesia.
Lectura pastoral y actual
San Juan Pablo II, al redactar Redemptoris Mater, evitó el término “Corredentora”, no por negar su contenido espiritual, sino por buscar una formulación más precisa, universal y ecuménicamente comprensible.
En su visión, la grandeza de María no necesita títulos discutibles, porque brilla mejor cuando se la contempla como Madre creyente unida al Redentor.
En su teología madura, la cooperación de María se entiende:
• Como participación de fe (no de poder redentor).
• Como obediencia amorosa y libre (no causalidad paralela).
• Como maternidad espiritual continua (no mediación autónoma).
Así, María aparece como modelo y figura de la Iglesia, que también coopera con Cristo en la salvación del mundo (RM 42).
Bibliografía básica
- Juan Pablo II, Redemptoris Mater (25 de marzo de 1987), nn. 38–40.
- Concilio Vaticano II, Lumen Gentium, 56–62.
- Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 494, 964, 968–970.
- Joseph Ratzinger, La hija de Sión (Madrid: BAC, 1984).
- Congregación para la Doctrina de la Fe, Mater Populi Fidelis (2025).
- René Laurentin, Breve tratado de Mariología (Madrid: BAC, 1998).






