(El gran regalo de Juan Pablo II.)
Un recordatorio especial para que aprovechemos las últimas semanas del Año de la Eucaristía.
CIUDAD DEL VATICANO, ENERO 2005
Se publica hoy el decreto "Miraculorum Maximum"; de la Penitenciaría
Apostólica, fechado el 25 de diciembre de 2004, el cual dice: "El Santo
Padre enriqueció con indulgencias algunos actos de culto y devoción al
Santísimo Sacramento. … El decreto estará en vigor durante el Año Euca-
rístico (hasta octubre de 2005), a partir de la fecha de su publicación en
''L''Osservatore Romano''. No obstante cualquier disposición contraria".
– "Se concede indulgencia plenaria según las condiciones habituales
(confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones
del Sumo Pontífice, con el alma totalmente desprendida del afecto a
cualquier pecado), cada vez que los fieles participen con atención y piedad
en una ceremonia sagrada, o en un servicio piadoso en honor del Santísimo
Sacramento, expuesto solemnemente o conservado en el tabernáculo."
– "También se concede, con las condiciones citadas anteriormente, la
indulgencia plenaria al clero, a los miembros de los Institutos de Vida
Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica y a los otros fieles
obligados por ley al rezo de la Liturgia de las Horas; además de los que
están acostumbrados a rezar el Oficio Divino por pura devoción, (…)".
– "Los fieles que por enfermedad u otras causas justas no puedan visitar
el Santísimo Sacramento de la Eucaristía en una iglesia u oratorio, podrán
conseguir la indulgencia plenaria en su propia casa o en cualquier lugar
donde se encuentren a causa del impedimento … si con la intención de
observar … las tres condiciones habituales, hacen espiritualmente la
visita con el deseo del corazón … y rezan el Padre Nuestro y el Credo,
añadiendo una invocación piadosa a Jesús Sacramentado".
– "Si ni siquiera pudieran hacerlo, obtendrán la indulgencia plenaria si
se unen con deseo interior a los que practican de forma ordinaria la acción
prescrita para la indulgencia, y si ofrecen a Dios misericordioso la
enfermedad y los problemas de su vida".
El decreto pide a los sacerdotes, sobre todo a los párrocos, que informen
a los fieles "de la forma más conveniente" sobre estas disposiciones y que
se preparen "con espíritu disponible y generoso … a confesar y a guiar a
los fieles de forma solemne, en las oraciones públicas ante Jesús
sacramentado".
– Se exhorta también a los fieles a "testimoniar abiertamente y a menudo
su fe y veneración al Santísimo Sacramento, tanto en las procesiones y
adoraciones eucarísticas, como en la comunión espiritual y eucarística".__
James Francis Kardinal Stafford
Penitenciario Mayor
Gianfranco Girotti, O.F.M.Conv.
Regente