JOSÉ T. MÉNDEZ VALADEZ
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“De acuerdo al evangelio, los sacerdotes debemos servir a la comunidad, no servirnos de la comunidad. Sin embargo sí debe de haber una compensación para cubrir las necesidades personales de los sacerdotes”, dijo fray Jesús Durán Hernández perteneciente a la orden de San Francisco de Asís.

Sacerdotes de la orden franciscana y de la congregación de Verbum Dei, expresaron sus respectivos puntos de vista respecto al anuncio del obispo José Guadalupe Martín Rábago, de fijar una compensación salarial a los presbíteros.

“De acuerdo al evangelio, los sacerdotes debemos servir a la comunidad, no servirnos de la comunidad. Sin embargo sí debe de haber una compensación para cubrir las necesidades personales de los sacerdotes”, dijo fray Jesús Durán Hernández perteneciente a la orden de San Francisco de Asís.

“La exhortación que hace el señor obispo, José Guadalupe Martín Rábago, de actuar con transparencia en el manejo de los bienes de la iglesia, con humildad como Cristo lo hizo, es un buen mensaje, un llamado para que los sacerdotes no busquemos los bienes materiales”, agregó el padre Durán Hernández.

El sacerdote Esteban Daniel Llamas Coss y León, de la congregación de Verbum Dei, quien presta sus servicios en la parroquia de la colonia 10 de Mayo, señaló que la labor del sacerdote no tiene precio.

“Su trabajo es divino. Lo más importante es la predicación del Evangelio de Cristo, la vida eterna”.

“Es estipendio que recibe un sacerdote, que es lo que se le paga por misa, en ocasiones no sobrepasa los 200 pesos, según la parroquia en la que estén”, dijo.

El padre Daniel, quien también es capellán en el colegio La Salle, añadió: “Jesús nació pobre, vivió pobre y murió pobre. El hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza, se señala en el evangelio”.

El padre Daniel dijo que él cada semana se va a los tianguis a vender artículos que les regalan como ropa y zapatos para obtener recursos y seguir predicando la palabra de Dios entre los jóvenes.

“El sacerdote trabaja en la cabeza de Cristo. Debe reflejar a Cristo. Como somos humanos nos gustan las riquezas. Una buena casa, colonia (sic), pero el Evangelio no habla de eso”.

El padre Daniel reconoció que hacen falta sacerdotes y que éstos deben recibir lo necesario para sobrevivir.

El padre Gabriel Castillo Beltrán, sacerdote franciscano, dijo: “De fondo hay que sufragar las necesidades humanas de los sacerdotes. Pero creo que en lo profundo tanto en la Iglesia como en la orden franciscana, no con el afán económico. Nuestra vida está al servicio del Evangelio y de la Iglesia. Es importante la cuestión de la pobreza”.

Fray José Martín Alcántar, sacerdote franciscano, también señaló que lo más importante en la vida de los franciscanos “no es el afán del dinero, sino simplemente remunerar en algo el trabajo, no por intereses materiales; lo justo nada más”.

El domingo a traves de una circular, el obispo José Guadalupe Martín Rábago estableció que los sacerdotes deben recibir un ingreso fijo mensual de siete mil pesos para su honesta sustentación en la Diócesis de León.

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