El título de “padre” para los sacerdotes católicos ha generado preguntas a lo largo de la historia, especialmente en referencia a las palabras de Jesús en el Evangelio de Mateo, donde dice: “No llamen a nadie ‘padre’ en la tierra, porque tienen un solo Padre, el que está en los cielos” (Mt 23,9). Sin embargo, entender esta afirmación en su contexto y a la luz de toda la Escritura nos ayuda a aclarar el uso de este título en la Iglesia.

El uso del término “Padre” en la Biblia

La Biblia utiliza frecuentemente el término “padre” en distintos contextos sin que esto contradiga la enseñanza de Cristo:

 • Los Patriarcas: Abraham, Isaac y Jacob son referidos como los “padres” del pueblo de Israel (ver Hechos 7,2). San Pablo, por ejemplo, llama a Abraham “nuestro padre en la fe” (Rom 4,11-12). Este uso del término resalta su rol como guía espiritual y modelo para la comunidad.

 • San Pablo: En varias de sus cartas, San Pablo se refiere a sí mismo como un “padre espiritual”. En su primera carta a los Corintios, dice: “Aunque tengan diez mil tutores en Cristo, no tienen muchos padres, porque yo los engendré en Cristo Jesús mediante el Evangelio” (1 Cor 4,15). Aquí, Pablo no pretende usurpar el lugar de Dios, sino que se refiere a su papel de guía espiritual que introduce a otros en la fe.

 • La Tradición de Llamar Padre a los Líderes Espirituales: A lo largo del Antiguo Testamento, los profetas y líderes religiosos eran reconocidos con títulos de respeto que reflejaban su rol como guías de la comunidad. Incluso en el Nuevo Testamento, los ancianos y líderes de la Iglesia primitiva recibían títulos que reconocían su autoridad y liderazgo en la vida de la comunidad.

La intención de Jesús en Mateo 23

Cuando Jesús dice “no llamen a nadie padre”, su intención no era prohibir el uso de la palabra en todos los contextos, sino advertir contra el uso indebido de títulos que podían fomentar el orgullo y la autoexaltación. En Mateo 23, Jesús está hablando contra los escribas y fariseos que buscaban honores y títulos para recibir alabanza y prestigio. Él denuncia una actitud que pone a las personas en el centro, en lugar de colocar a Dios como fuente última de autoridad y guía.

Jesús, entonces, no prohíbe llamar “padre” a un guía espiritual, sino que está señalando la necesidad de recordar que toda autoridad proviene de Dios y debe ser ejercida en humildad y servicio.

El significado de “Padre” para los sacerdotes católicos

Dentro de la Iglesia Católica, el sacerdote es llamado “padre” no en el sentido biológico, sino espiritual. Como San Pablo “engendró” a los corintios en Cristo, los sacerdotes cumplen un rol de paternidad espiritual, ayudando a guiar y nutrir a los fieles en la fe. El sacerdote:

  •  Administra los sacramentos, especialmente el Bautismo, donde se “engendra” una nueva vida en Cristo.
  •  Proclama la Palabra de Dios, ayudando a los fieles a crecer espiritualmente.
  •  Guía a su comunidad, brindando consejo, apoyo y acompañamiento espiritual.

Así, llamar “padre” a un sacerdote es una forma de reconocer su papel en nuestra vida de fe y su misión de representar al único y verdadero Padre celestial, quien es la fuente de toda paternidad.

Conclusión

Llamar “padre” a los sacerdotes no contradice la enseñanza de la Biblia cuando se entiende en su contexto apropiado. La Escritura y la tradición cristiana han usado este término para referirse a aquellos que guían a la comunidad de fe en su relación con Dios. Como en todo, la clave está en recordar que cualquier autoridad humana en la Iglesia es un reflejo de la autoridad de Dios, el único Padre supremo.