Introducción al folleto
LA SANTA MUERTE, EL MAL DE OJO Y OTRAS SUPERSTICIONES
Por Jorge Luis Zarazúa Campa, fmap


Introducción

Purificación de la religiosidad popular

Para los apóstoles de la Palabra, la proclamación del Evangelio implica, también, la purificación de la religiosidad popular, pues ésta puede ser influenciada fácilmente por prácticas supersticiosas.

En efecto, debido a una deficiente evangelización, el pueblo católico tiene muchas supersticiones y es presa fácil de personas sin escrúpulos que aprovechan esta característica del catolicismo latinoamericano, para obtener pingües ganancias económicas.

Por eso es necesario aclarar que muchas creencias y prácticas muy comunes en el pueblo católico, distorsionan notablemente el sentido de la fe y la praxis cristianas. Me refiero a supersticiones tales como el mal de ojo, la «devoción» a la así llamada Santísima Muerte, el uso de diversos amuletos y talismanes (herraduras, pulseras, cuarzos, etc.) para atraer la buena suerte y alejar a posibles personas envidiosas o las famosas «malas vibras» o las «energías negativas».

También es necesario aclarar lo relativo a los horóscopos, la consulta a los autodenominados «maestros espirituales» y la lectura de la abundante literatura esotérica. Es conveniente, también, aclarar todo lo relacionado con la lectura de la palma de la mano, las cartas del tarot y otras formas de adivinación, muy extendidas actualmente entre nuestro pueblo.

Lo mismo por lo que se refiere a llamadas a diversos números telefónicos donde sería posible conocer «nuestro futuro», que se caracterizan por los costos elevados por minuto y las respuestas sumamente ambigüas que reciben los que hacen la consulta.

Supersticiones y religiosidad popular

¿Por qué hablamos, en este contexto, de la necesidad de la purificación de la religiosidad popular? Aunque estos elementos no entran propiamente en lo que se llama religiosidad popular, tienen mucho que ver con ella, puesto que las prácticas supersticiosas son percibidas, muchas veces, en un contexto religioso y están relacionadas con devociones de la piedad popular católica.

Sobre este aspecto conviene recordar que no pocos católicos creen que si tienen cierta devoción a San Martín de Porres no se enfermarán, que si son devotos del Sagrado Corazón no se morirán sin antes no haberse confesado y comulgado o que si se porta al cuello un escapulario, no se irán al infierno.
Conviene apuntar que, en muchas prácticas supersticiosas, se hace uso abundante de imágenes religiosas, agua bendita, medallas, flores, veladoras, inciensos, novenas, oraciones especiales e, incluso, peregrinaciones y procesiones, todo esto con la finalidad de obtener «milagros» en la vida laboral y afectiva, es decir, en áreas tales como la económica y la vida de pareja.

Parece ser que los aspectos que más interesan en todo este tipo de creencias y prácticas son los que se refieren a la salud, el dinero y el amor.

Retos y oportunidades

La proliferación de todas estas creencias y prácticas debe ser un acicate para que los agentes de pastoral anunciemos el Evangelio de Cristo, teniendo presente todas estas situaciones.

En este contexto, se trata de retos y oportunidades que se presentan a nuestra actividad evangelizadora.

Por ejemplo, podemos empezar a insistir en nuestra catequesis sobre la correcta veneración a los santos y a las imágenes y reliquias de los santos; el significado auténtico de los escapularios; la finalidad auténtica de las novenas, el agua bendita, las veladoras y la bendición de objetos religiosos; la concepción católica sobre la muerte, el destino y la fortuna; etc.
Este folleto representa un intento de respuesta a esta problemática, desde un enfoque catequético y popular.


México, D.F.; a 22 de octubre de 2004.

26 Aniversario del inicio
del Pontificado de Su Santidad Juan Pablo II.

Jorge Luis Zarazúa Campa, fmap