La Biblia y la Iglesia Católica ofrecen enseñanzas profundas sobre el fin del mundo, también conocido como el “fin de los tiempos” o la “parusía”, que es la segunda venida de Cristo. Estas enseñanzas no buscan generar temor, sino más bien invitan a la esperanza, el arrepentimiento, la conversión y la preparación espiritual. A continuación, se presenta un resumen de lo que enseñan la Biblia y la Iglesia Católica sobre este tema:

1. Enseñanza bíblica sobre el Fin del Mundo

a. El regreso de Cristo en gloria

La enseñanza más central sobre el fin de los tiempos es el retorno de Jesucristo en gloria. En los Evangelios, Jesús mismo habla de su segunda venida. En Mateo 24, 30-31, se describe que “verán al Hijo del Hombre venir sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria.” Esta venida será visible para todos y marcará el comienzo del juicio final.

b. Los signos del fin de los tiempos

La Biblia presenta varios signos que precederán el fin del mundo y que señalan el fin de los tiempos. Estos incluyen guerras, desastres naturales, persecuciones, y una creciente maldad entre la humanidad. En Mateo 24, Marcos 13 y Lucas 21, Jesús menciona estos eventos, como terremotos, hambrunas y falsos profetas, pero también advierte que “nadie sabe ni el día ni la hora” (Mt 24, 36) del fin, ni siquiera los ángeles, solo el Padre. En efecto, estos acontecimientos han acompañado la historia de la humanidad a lo largo de los siglos.

c. El juicio final

El Nuevo Testamento enseña que al final de los tiempos habrá un juicio definitivo. En Mateo 25, 31-46, Jesús describe el juicio de las naciones, donde el criterio será el amor y la caridad mostrada hacia los demás, especialmente los más necesitados. Los justos heredarán la vida eterna, mientras que los malvados serán apartados. San Pablo también describe el juicio en 2 Corintios 5,10, afirmando que “todos debemos comparecer ante el tribunal de Cristo”.

d. La resurrección de los muertos

La Biblia enseña que al final de los tiempos habrá una resurrección universal. En 1 Corintios 15, 51-52, San Pablo explica que “todos seremos transformados”, tanto los vivos como los muertos, y se nos dará un cuerpo glorificado. Esta resurrección será el preludio del juicio final.

e. La nueva creación

El libro del Apocalipsis describe la consumación final del plan de Dios, cuando los cielos y la tierra serán renovados. En Apocalipsis 21, 1-4, se habla de una nueva creación, en la que Dios hará su morada con los hombres y “enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni llanto, ni clamor, ni dolor”.

2. Enseñanza de la Iglesia Católica sobre el Fin del Mundo

a. El Catecismo de la Iglesia Católica

El Catecismo de la Iglesia Católica (CCE) ofrece una enseñanza detallada sobre el fin del mundo. En los números 668-682, habla sobre la segunda venida de Cristo, la resurrección de los muertos y el juicio final.

 • Cristo ya reina en gloria: Desde su ascensión, Cristo reina como Rey, pero su reino todavía está creciendo hasta su plenitud en el fin de los tiempos (CCE 668).

 • La espera vigilante: Aunque no sabemos cuándo será el fin, la Iglesia llama a todos a estar preparados mediante la vigilancia, la oración y la conversión (CCE 672).

 • La parusía: Cristo vendrá de nuevo para juzgar a los vivos y a los muertos, instaurando el Reino de Dios en su plenitud (CCE 673).

b. El juicio particular y el juicio final

La Iglesia enseña que inmediatamente después de la muerte cada alma experimenta el juicio particular, en el cual Dios juzga el destino eterno de cada persona. Este juicio será confirmado en el juicio final, cuando Cristo regrese al final de los tiempos. En el juicio final, toda la humanidad será juzgada y el bien y el mal serán plenamente revelados.

c. La purificación final (Purgatorio)

Antes de entrar en la plenitud del cielo, aquellos que mueren en gracia pero todavía necesitan purificación pasarán por un proceso de purificación que la Iglesia llama Purgatorio. Esto está relacionado con la enseñanza sobre el juicio y la justicia divina, que implica que todos debemos ser santos para entrar en la presencia de Dios (CCE 1030-1032).

d. El combate final entre el bien y el mal

La Iglesia también enseña que antes del fin del mundo, la humanidad pasará por una prueba final de fe. Esto incluye una gran tribulación, durante la cual el mal parecerá prevalecer por un tiempo. San Pablo menciona la “apostasía” y la aparición del “hombre de pecado” o el “anticristo” en 2 Tesalonicenses 2, 3-12. Sin embargo, esta fase culminará con la victoria definitiva de Cristo sobre el mal.

3. El mensaje de esperanza

Aunque las Escrituras describen los desafíos y pruebas que acompañarán el fin de los tiempos, el mensaje final es uno de esperanza. La segunda venida de Cristo no es motivo de temor para aquellos que viven en la gracia de Dios. Es la culminación de la historia de salvación, cuando Dios pondrá fin al sufrimiento, la muerte y el pecado, y establecerá un nuevo cielo y una nueva tierra. Para los creyentes, es la invitación a la vigilancia y la conversión constante.

Señales más claras 

La enseñanza católica sobre el fin del mundo incluye varias señales que, según la tradición bíblica y doctrinal, deben ocurrir antes de la segunda venida de Cristo. Entre estas señales más claras, se destacan tres: el anuncio del Evangelio en todo el mundo, la conversión del pueblo de Israel y el surgimiento del anticristo. A continuación se desarrolla cada uno de estos elementos:

1. El anuncio del Evangelio en todo el mundo

Jesús afirmó en el Evangelio de Mateo: “Y este Evangelio del Reino será proclamado en todo el mundo, para que sirva de testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin” (Mateo 24, 14). La Iglesia enseña que uno de los requisitos para la segunda venida de Cristo es que el mensaje del Evangelio haya sido anunciado a todas las naciones.

 • Significado: El anuncio del Evangelio implica que la Buena Nueva de Jesucristo debe ser conocida en todas las culturas y pueblos del mundo. No se refiere a que todos se conviertan, sino a que todos hayan tenido la oportunidad de escuchar el mensaje de salvación.

 • La misión de la Iglesia: Esta tarea ha sido encomendada a la Iglesia, que a lo largo de los siglos ha asumido la misión evangelizadora como parte de su identidad. Movimientos misioneros, el desarrollo de medios de comunicación y el testimonio cristiano han sido esenciales para cumplir esta misión.

 • Estado actual: Si bien el Evangelio ha llegado a muchas partes del mundo, aún hay áreas donde no se ha escuchado, lo que indica que esta señal aún no se ha completado del todo.

2. La conversión del pueblo de Israel

San Pablo, en su carta a los Romanos, enseña que en los últimos tiempos se dará la conversión del pueblo judío al Evangelio: “Porque no quiero, hermanos, que desconozcan este misterio… que un endurecimiento parcial ha sucedido en Israel hasta que la plenitud de los gentiles haya entrado; y entonces todo Israel será salvo” (Romanos 11, 25-26).

 • Significado teológico: Esta conversión es vista como un acto de gracia en el cual el pueblo de Israel, elegido por Dios desde el Antiguo Testamento, reconocerá a Jesús como el Mesías prometido. No se trata de una conversión forzada, sino de una revelación y aceptación divina que Dios les concederá.

 • Esperanza en la unidad: La Iglesia Católica ha mantenido una relación especial con el pueblo judío, reconociendo su lugar en el plan de salvación y orando por su conversión. La conversión de Israel será un signo claro de que el fin está cerca, marcando un momento de reconciliación y cumplimiento de las promesas hechas a los patriarcas.

• En el plan de Dios: Según el Catecismo de la Iglesia Católica, antes de la parusía, “la entrada de la plenitud de los judíos en la salvación mesiánica, a continuación de la entrada de la plenitud de los gentiles, dará al Pueblo de Dios la oportunidad de alcanzar la medida plena de Cristo” (CCE 674).

3. El surgimiento del anticristo

La figura del anticristo es descrita en varios pasajes del Nuevo Testamento, como en las cartas de San Juan y en 2 Tesalonicenses. El anticristo es visto como un adversario final de Cristo que intentará desviar a la humanidad del camino de la verdad antes del regreso glorioso de Cristo.

 • El engaño del anticristo: San Pablo advierte sobre la aparición de “el hombre de pecado”, que se levantará con gran poder, engañando a muchos y reclamando adoración como si fuera Dios (2 Tesalonicenses 2, 3-4). Este personaje será un símbolo del mal y de la rebelión contra Dios, y buscará instaurar un reino basado en la mentira y el pecado.

 • Falsos mesías y profetas: Jesús también advirtió que en los últimos tiempos surgirán falsos mesías y falsos profetas que intentarán engañar, incluso a los elegidos (Mateo 24, 24). El anticristo será la culminación de este espíritu de engaño, y su surgimiento será una señal clara de que el fin está cerca.

 • La derrota final del anticristo: Según el libro del Apocalipsis, aunque el anticristo y sus seguidores parecerán tener poder por un tiempo, Cristo los derrotará en su segunda venida, estableciendo definitivamente su Reino de paz y justicia.

Estas tres señales —la evangelización mundial, la conversión del pueblo de Israel y el surgimiento del anticristo— son elementos clave dentro de la enseñanza católica sobre el fin de los tiempos. La Iglesia, al enseñar estas señales, no pretende fijar fechas ni provocar miedo, sino más bien invita a los creyentes a una vida de vigilancia, oración y conversión constante, sabiendo que Cristo vendrá en el momento oportuno.

Conclusión

El fin del mundo, tal como lo enseña la Biblia y la Iglesia Católica, no es una amenaza, sino la culminación del plan de amor de Dios para la humanidad. Nos invita a vivir con esperanza y a prepararnos espiritualmente, manteniendo una vida de fe, oración y caridad, sabiendo que Cristo volverá y su Reino será instaurado en plenitud.