Por el seminarista Julio González, de Nicaragua.
Hemos vivido una bonita experiencia de evangelización con los hermanos del Voluntariado Misionero Apóstoles de la Palabra de San Salvador, el sábado 22 y el domingo 23 de agosto de 2015. Anduvimos cantando, predicando y animando en el parque y el mercado.
Unos hermanos se vistieron de payaso. Nuestra porra fue: «¡Qué viva Cristo Rey! ¡Qué viva la Virgen María y qué viva la Iglesia católica!». Muchas personas se quedaban admirado, otros se ponían a cantar con nosotros y unas señoras bailaban con los cantos dinámicos de nuestra Familia Misionera.
No hay duda que en medio de la violencia, de una vida sin sentido, renace la esperanza mediante el anuncio del Evangelio. La mera verdad puedo decir que fue una experiencia inolvidable, aunque nos sentíamos cansados, pero el ánimo todavía activo. Hasta las baterías de los megáfonos se descargaron. Bendito sea Dios.
No hay duda que en medio de tanta violencia que vivimos hoy en día en El Salvador, noticias como esta de personas que se encarguen de promover una cultura de paz y dar a conocer el reino de Dios es algo que nos llena de esperanza. Saludos y continúen con su excelente labor.